Postergado definitivamente quedó el traspaso del Hospital Militar al sistema público de salud, que se asomaba como un importante alivio para los miles de capitalinos que cada invierno deben soportar la congestión hospitalaria en la Región Metropolitana.
La razón fundamental que obligó a las autoridades de salud a posponer el traspaso fue el retraso en el avance de las obras del nuevo Hospital Militar de La Reina, el que necesariamente debe estar listo para poder trasladar al personal castrense y pacientes hacia las nuevas instalaciones.Sin embargo, el nuevo edificio sigue sumando retrasos en la entrega -la fecha original de recepción era el último trimestre de 2006- por lo que el Ministerio de Salud debió desempolvar su "plan B" y decidió sumar igualmente las 200 camas que se agregarían al sistema con el traspaso del Hospital Militar viejo. Para lograrlo, abrirá en los distintos hospitales del Gran Santiago el mismo número de camas.Más allá del tema práctico del traspaso, la mala noticia para la gente es que probablemente seguirá ocurriendo lo mismo que todos los inviernos, con recintos sobrepasados y gente esperando en los pasillos.Consciente de ello, el subsecretario de Redes Asistenciales, Ricardo Fábrega, hizo un llamado a la población para que esté preparada para el invierno ante eventuales atochamientos en los recintos hospitalarios.Fábrega expresó: "Nos estamos preparando para el peor escenario", al considerar los desfavorables factores ambientales que podrían contribuir a agudizar los problemas respiratorios, e hizo un llamado a la gente a "prepararse para un invierno que presentará congestión en los hospitales", según el subsecretario.Es de esperar que no sea tan desfavorable el panorama como lo fue el año pasado, cuando hubo tiempos de espera promedio de casi un día para hospitalización en el Hospital San José -donde en algunos casos hubo demoras de hasta cuatro días-, más de 15 horas en el Barros Luco y 1,2 día en el Sótero del Río.
La razón fundamental que obligó a las autoridades de salud a posponer el traspaso fue el retraso en el avance de las obras del nuevo Hospital Militar de La Reina, el que necesariamente debe estar listo para poder trasladar al personal castrense y pacientes hacia las nuevas instalaciones.Sin embargo, el nuevo edificio sigue sumando retrasos en la entrega -la fecha original de recepción era el último trimestre de 2006- por lo que el Ministerio de Salud debió desempolvar su "plan B" y decidió sumar igualmente las 200 camas que se agregarían al sistema con el traspaso del Hospital Militar viejo. Para lograrlo, abrirá en los distintos hospitales del Gran Santiago el mismo número de camas.Más allá del tema práctico del traspaso, la mala noticia para la gente es que probablemente seguirá ocurriendo lo mismo que todos los inviernos, con recintos sobrepasados y gente esperando en los pasillos.Consciente de ello, el subsecretario de Redes Asistenciales, Ricardo Fábrega, hizo un llamado a la población para que esté preparada para el invierno ante eventuales atochamientos en los recintos hospitalarios.Fábrega expresó: "Nos estamos preparando para el peor escenario", al considerar los desfavorables factores ambientales que podrían contribuir a agudizar los problemas respiratorios, e hizo un llamado a la gente a "prepararse para un invierno que presentará congestión en los hospitales", según el subsecretario.Es de esperar que no sea tan desfavorable el panorama como lo fue el año pasado, cuando hubo tiempos de espera promedio de casi un día para hospitalización en el Hospital San José -donde en algunos casos hubo demoras de hasta cuatro días-, más de 15 horas en el Barros Luco y 1,2 día en el Sótero del Río.
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