

Para quienes se encuentran en pareja, el 14 de febrero sin duda resulta ser una fecha significativa. Flores y chocolates se multiplican en el comercio, y con más o menos recursos la mayoría intenta celebrar esta fecha especial. Cómo fortalecer el lazo con la pareja y dar un sentido diferente al Día de San Valentín, son algunas de las claves que Hernán Patricio Díaz, psicólogo de la Universidad Andrés Bello, nos entrega a continuación.Cuando optamos por estar en pareja, en definitiva lo hacemos por compartir nuestra individualidad con otra que sentimos nos agrada, complementa y nos permite una vivir una experiencia distinta, que aporta a nuestro desarrollo personal. Por lo mismo festejar el Día de los Enamorados es celebrar ese sentimiento, y se transforma en una fecha simbólica que nos recuerda el lazo afectivo por el que estamos unidos a otra persona, vínculo único y especial, diferente de la relación que tenemos con padres, hijos o hermanos, por ejemplo."Generalmente asociamos este día a los pololos o novios, pero en realidad su sentido se extiende a cualquier relación de pareja y en cualquier edad, porque muchas veces tiene más mérito reencontrarse y encantarse nuevamente cuando una relación ha sido probaba por los años, los hijos y las dificultades propias de la convivencia", recalca Hernán Patricio Díaz, psicólogo de la Universidad Andrés Bello.Para hacer de esta fecha la oportunidad perfecta para demostrar lo que sentimos y fortalecer el lazo que nos une con nuestra pareja, el especialista de la UNAB nos entrega algunas claves- Revivir el romance: es importante en el Día de San Valentín, celebrar el amor con romance y fascinación por otro, renovar el vínculo y permitirnos sentir nuevamente esas "mariposas en el estómago".- Valorar el aprendizaje y la compañía: esta fecha nos permite reflexionar sobre lo que significa estar acompañados afectivamente, y comprobar cómo hemos generado con el tiempo, un lenguaje especial que permite comunicarnos en un nivel diferente, cultivando la dulzura y la delicadeza cuando hablamos con el otro, siempre esperando su bienestar.- Entender las diferencias: el amor requiere libertad y por lo mismo es preciso aceptar al otro con sus diferencias, espacios y gustos sin imponer lo propio como único o verdadero, y sin forzar los cariños cuando se han adormecido.- Saber perdonar: cuando se han producido heridas e incluso separaciones definitivas, muchas veces creemos que el dolor es lo único que nos queda y olvidamos los buenos momentos que hemos vivido con quien amábamos. Es importante desarrollar nuestra capacidad de perdonar.- Ser agradecidos y leales: no hay que olvidar la gratitud, ya que con frecuencia recibimos más de lo que damos. Debemos amar con sinceridad y compromiso, renunciando a demandar del otro lo que no obsequiamos primero. Por otro lado, la lealtad se pone a prueba cuando existe sufrimiento físico o psicológico y se asoma la fragilidad que provoca en el ser amado la sombra del sufrimiento, es necesario ser capaces de hacer frente a este desafío.- El amor es un don: aún en la relación más pasajera, algo necesitábamos sentir, experimentar, recibir y entregar. Lo que un día pareció un error, una casualidad del destino o un imposible, luego se transformó en una semilla más puesta en la tierra. siempre fértil de nuestro desarrollo personal y espiritual. Eso sí, cuando en una relación estamos dispuestos a dejarnos enseñar por el amor.